Uruguay: La reducción de personal en Estaciones de Servicio en la pos-pandemia, impactó en la venta de uniformes
Los dos años de pandemia dejaron para el caso de las Estaciones de Servicio algunas cicatrices que seguramente se mantengan de aquí en más.
“La pandemia generó un desequilibrio en el negocio porque nuestros clientes debieron cambiar su forma de compra” señaló Luis Suárez CEO de FRIMA a Surtidores.
Durante este período en que las ventas de combustibles bajaron en algunos casos hasta un 80 por ciento “mucho del personal fue enviado a seguro de paro. En algunos casos hasta un 50 por ciento de la plantilla”, aseguró.
El entrevistado al frente de la empresa de uniformes para Estaciones de Servicio desde hace 40 años, explicó que en el período más duro de la pandemia “muchos operadores optaron por comprar lo estrictamente necesario, lo que hizo que las ventas bajaran hasta niveles mínimos como lógica consecuencia de la situación de merma en las ventas de combustible”.
MENOR PLANTILLA EN ESTACIONES
Para Suárez, los establecimientos hoy recuperaron parte de su personal “aunque mi impresión es que en menores niveles que en 2019, en la medida de que constataron un buen rendimiento de sus funcionarios lo que originó la reducción de parte de su plantilla”.
“Podría estimar que el promedio general puede ser entre 10 y 12 pisteros y entre 3 y 4 empleados en los minimercados, exceptuando los funcionarios administrativos” reveló.
Con respecto a esta “nueva normalidad”, Suárez señaló que los sellos apuntan a que en los establecimientos “se luzcan las prendas que ellos definen como el uniforme para cada sector”, al tiempo que consideró que, si bien “el precio es un factor importante, no es definitorio”.
SEGUIR EL MANUAL
El empresario comentó la particularidad que en algunos casos los estacioneros “desconocen cuál es el uniforme oficial de su sello, por ello es muy importante para FRIMA estar siempre debidamente informados de las exigencias en materia de diseños y colores de ropa. Es de nuestra exclusiva responsabilidad esta área, en la que ostentamos hoy un 60 por ciento del mercado. Una de las ventajas competitivas que hoy ofrece FRIMA es respetar lo indicado en los manuales, la garantía de todos nuestros productos, precios competitivos, el esfuerzo por cubrir todos los talles, y cambios de prendas hasta lograr la satisfacción del usuario”.
Al respecto Suárez reveló el proceso normal de una prenda del uniforme en toda la cadena. “Tenemos predeterminados los proveedores de las materias primas, a quienes debemos hacerles los pedidos con una antelación de 90 días y abonando las correspondientes señas. Una vez recibida, generamos un plan de trabajo para producir prendas en cantidad suficiente por sello, por sector y por sexo, que acompañe los requerimientos del mercado. Esta tarea está sometida a variables que son independientes a cualquier estadística anterior por lo tanto es necesario tener los recursos para adaptarse rápidamente a cualquier cambio en el consumo”, precisó.
PLAZO DE ENTREGA
En cuanto a los tiempos, estimó en 180 días “desde que se coloca el pedido de la materia prima y se cuenta con el producto terminado disponible para entrega”.
En relación a los costos de producir localmente, explicó que éstos se encarecen “en la medida de que se pagan muchos impuestos sobre la confección nacional, que tiene una retribución superior a la de otros países, inclusive de la región, mientras que es difícil acceder a la tecnología debido a lo pequeño del mercado”.