URUGUAY – El gobierno uruguayo ha establecido nuevos precios para la nafta y el gasóil, que entrarán en vigor a partir del 1° de abril. Según lo anunciado por el Poder Ejecutivo, los precios de la nafta Súper 95 y el gasoil 50S se mantendrán estables, mientras que el precio del gasoil 50S se fija en $54,89 por litro y la nafta Súper 95 tendrá un precio máximo de $76,54 por litro en las estaciones de servicio de todo el país.
Esta decisión se basa en los precios de referencia internacional en la costa del golfo de México en Estados Unidos, que han experimentado un aumento en la gasolina y una disminución en el gasoil. El Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM) emitió un comunicado oficial destacando que esta medida tiene como objetivo mantener la nafta por debajo del Precio de Paridad de Importación (PPI) y alinear el gasoil con el mismo índice. Esto busca atenuar las fluctuaciones para el consumidor final y el sector productivo en Uruguay.
El anuncio de estos nuevos precios es de relevancia para los ciudadanos uruguayos, ya que afecta directamente sus gastos diarios y la economía del país en general. Mantener informada a la población sobre estos cambios es esencial para que puedan tomar decisiones informadas sobre su consumo y gastos.
Los precios de los combustibles son un tema sensible en Uruguay, donde muchas actividades dependen del transporte. Por lo tanto, cualquier ajuste en los precios puede tener un impacto significativo en la vida cotidiana de las personas y en la competitividad de las empresas.
Es importante que los ciudadanos estén al tanto de estas actualizaciones y comprendan las razones detrás de las decisiones gubernamentales en relación con los precios de los combustibles. Esto promueve la transparencia y la confianza en las acciones del gobierno.
En resumen, el gobierno uruguayo ha anunciado nuevos precios para la nafta y el gasóil, manteniendo la estabilidad en la nafta Súper 95 y el gasoil 50S. Estas decisiones se basan en los precios de referencia internacional y tienen como objetivo mantener la estabilidad económica y proporcionar certeza a los consumidores y al sector productivo.
